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En la consulta psicológica, muchas veces escuchamos frases como: “Siento que no puedo contar con él cuando lo necesito”, o “cuando me alejo, ella se desespera”. Estas expresiones no son solo descripciones del malestar relacional; son señales de cómo funciona el sistema de apego dentro del vínculo de pareja.
El apego es una necesidad humana fundamental: buscamos figuras significativas que nos den seguridad, consuelo y estabilidad emocional. Aunque su desarrollo comienza en la infancia, el apego no se detiene ahí. En la adultez, las relaciones de pareja se convierten en uno de los principales escenarios donde se activan –y también se transforman– nuestras formas de vincularnos.
Pero ¿qué significa tener un apego seguro en pareja? ¿Y cómo se construye, especialmente cuando no contamos con antecedentes relacionales seguros? Este artículo explora, desde la evidencia clínica, cómo fomentar un vínculo donde ambos miembros se sientan vistos, sostenidos y emocionalmente conectados. Porque sí: el apego seguro puede cultivarse. Y empieza con pequeñas acciones diarias que transforman el “te amo” en “puedes contar conmigo”.
Cuando hablamos de apego seguro, nos referimos a una forma de vincularnos en la que predomina la confianza, la intimidad emocional y la sensación de poder contar con el otro en momentos de necesidad. Las personas con apego seguro tienden a sentirse cómodas con la cercanía, expresan sus necesidades sin miedo excesivo al rechazo, y son capaces de regular sus emociones en contextos relacionales complejos (Mikulincer & Shaver, 2016).
Aunque este estilo de apego se configura inicialmente en la infancia, las relaciones de pareja en la adultez son un espacio fundamental donde se reactivan nuestras estrategias de apego, y también donde podemos aprender nuevas formas de vincularnos. El vínculo amoroso puede convertirse en una base segura desde la cual crecer emocionalmente, sanar heridas tempranas y construir un espacio de contención mutua.
Lo que ocurre entre dos adultos que se aman está profundamente influenciado por su historia afectiva, pero también por lo que deciden construir juntos en el presente.
El apego seguro en pareja se refiere a una experiencia relacional caracterizada por la confianza mutua, la responsividad emocional y la seguridad afectiva (Johnson, 2019). En otras palabras: sentir que puedo acudir a ti cuando te necesito, que me vas a responder de forma sensible, y que no me vas a rechazar, invalidar o abandonar.
¿Por qué es tan importante el apego seguro en pareja?
Tener una base segura en la relación de pareja nos permite crecer, explorar, equivocarnos y volver a empezar. Las parejas con un apego seguro tienden a mostrar mayor estabilidad, resolución de conflictos más efectiva, mayor satisfacción sexual y emocional, y mejor regulación afectiva en momentos difíciles (Mikulincer & Shaver, 2016). No es poca cosa.
Claves prácticas para fomentar un apego seguro
Aquí no se trata de ser perfectos, sino de ser emocionalmente disponibles, accesibles y sintonizados. Aquí te dejo acciones concretas que pueden nutrir la seguridad emocional en una relación de pareja:
1. Responde cuando el otro te busca emocionalmente
Ejemplo: Si tu pareja llega estresada del trabajo y comenta: “Hoy fue un día horrible”, una respuesta empática como “¿Quieres contarme qué pasó?” puede marcar la diferencia frente a un “Otra vez con lo mismo...”.
Esto se llama responsividad emocional, y es uno de los pilares del apego seguro. No se trata solo de “escuchar”, sino de hacer sentir al otro que su emoción importa.
2. Sé coherente en tus acciones
Ejemplo: Si le prometes a tu pareja llamarle en la noche, y no lo haces sin avisar, esa inconsistencia va deteriorando la confianza.
La seguridad se construye en pequeñas consistencias cotidianas. Cuando nuestras palabras y acciones coinciden, el otro aprende que puede contar con nosotros (Cassidy & Shaver, 2016).
3. Practica la validación emocional
Ejemplo: Si tu pareja te dice “me sentí sola el fin de semana”, evitar respuestas defensivas como “¡Pero si yo estuve contigo!” y en su lugar decir “entiendo que te hayas sentido así, cuéntame más”, es validante.
Validar no es estar de acuerdo necesariamente, es comunicar que su experiencia emocional tiene sentido y merece ser escuchada (Linehan, 2015).
4. Repara los conflictos, no los evites
Ejemplo: Después de una discusión, retomar la conversación con frases como “He estado pensando en lo que hablamos, me importas y quiero entender mejor cómo te sentiste”.
La reparación fortalece el vínculo porque muestra que el conflicto no es una amenaza para la relación, sino una oportunidad de conexión y crecimiento (Gottman & Silver, 2011).
5. Crea rituales de conexión diaria
Ejemplo: Tener una rutina de abrazarse al despertar o comentar juntos el día antes de dormir.
Estas pequeñas prácticas envían un mensaje constante: “Estoy aquí para ti”. Y ese mensaje repetido, en muchas formas, construye una base segura.
6. Reconoce tus propias heridas de apego
Ejemplo: Si notas que te cuesta confiar o sientes pánico cuando tu pareja se aleja, en lugar de actuar desde la impulsividad, puedes decir: “Sé que esto me activa mucho, pero estoy tratando de entenderlo”.
La conciencia emocional y el trabajo terapéutico son claves para no proyectar en la pareja heridas no elaboradas. No hay apego seguro sin autoreflexión.
Recuerda...
Construir un apego seguro en la relación de pareja no es un destino, es una práctica continua. No se trata de nunca fallar, sino de aprender a estar, reparar, escuchar y sostener. Un vínculo seguro no es perfecto, pero sí confiable. Y esa confiabilidad es lo que da oxígeno al amor.
Como terapeutas, podemos acompañar a las parejas a identificar patrones de apego, resignificar heridas, y fomentar vínculos seguros. Pero también, como personas, podemos cultivar estos principios en nuestras relaciones cotidianas.
Porque al final, todos merecemos sentirnos seguros con quienes amamos.
Cassidy, J., & Shaver, P. R. (2016). Handbook of attachment: Theory, research, and clinical applications. Guilford Press.
Gottman, J., & Silver, N. (2011). Los siete principios para hacer que el matrimonio funcione. Editorial Debolsillo.
Johnson, S. (2019). Hold Me Tight: Seven Conversations for a Lifetime of Love. Little, Brown Spark.
Linehan, M. M. (2015). DBT Skills Training Manual. Guilford Press.
Mikulincer, M., & Shaver, P. R. (2016). Attachment in Adulthood: Structure, Dynamics, and Change. Guilford Press.