Las capas de tus pensamientos: Cómo comprender narrativas internas.
¡Agenda tu cita ya!
Las capas de tus pensamientos: Cómo comprender narrativas internas.
Muchas veces escuchamos frases como “cambia tu forma de pensar” o “todo está en la mente”, pero lo cierto es que nuestros pensamientos no son tan simples. Detrás de una emoción intensa, de una reacción impulsiva o de una sensación persistente de inseguridad, suele haber capas más profundas de creencias que aprendimos, interiorizamos… y que hoy podemos cuestionar.
En esta entrada quiero invitarte a conocer una metáfora poderosa y sanadora: la mente como una cebolla. Entenderla puede ayudarte a reconocer por qué a veces te cuesta tanto cambiar ciertas formas de pensar, y cómo la reestructuración cognitiva puede ser una herramienta transformadora.
Imagina por un momento que tus pensamientos se organizan como una cebolla. Cada capa representa un nivel de procesamiento mental. A simple vista solo vemos la superficie, pero si nos damos el tiempo de mirar hacia adentro, encontramos estructuras más profundas que explican mucho de lo que sentimos y hacemos.
Son esos pensamientos que surgen casi sin que te des cuenta, muchas veces en respuesta a una situación específica. Suelen ser breves, categóricos y emocionalmente cargados. Por ejemplo:
“Seguro voy a fallar.”
“Nadie me toma en serio.”
“Soy una carga para los demás.”
No siempre son ciertos, pero los vivimos como si lo fueran. Su poder está en que actúan muy rápido y generan emociones intensas, como ansiedad, tristeza o culpa.
Aquí encontramos las reglas internas que gobiernan nuestra conducta: los “debería”, “tengo que” y “si… entonces…”. Estas ideas provienen muchas veces de experiencias tempranas, modelos familiares o sociales que interiorizamos:
“Si muestro debilidad, me van a herir.”
“Tengo que hacerlo perfecto para ser valorado.”
“Si no estoy en control, todo se va a desmoronar.”
Estas ideas filtran la realidad y moldean la forma en que interpretamos lo que nos pasa.
En el corazón de la cebolla están nuestras creencias más profundas sobre nosotros, los otros y el mundo. Estas creencias suelen ser absolutas, emocionales y dolorosas. Algunas muy comunes son:
“No soy suficiente.”
“No merezco amor.”
“El mundo es peligroso.”
“Estoy defectuoso/a.”
Estas ideas no surgieron de un día para otro. Se formaron a lo largo de la vida, muchas veces como formas de protegernos, de adaptarnos al entorno. Pero hoy pueden estar limitando tu bienestar y tu crecimiento.
La reestructuración cognitiva, una herramienta clave en la terapia cognitivo-conductual y otras terapias basadas en evidencia, nos permite explorar, cuestionar y transformar esas capas mentales.
Este proceso no es solo intelectual. Implica conectar con lo que piensas y sientes, con curiosidad y sin juicio. Requiere valentía para mirar adentro, pero también es profundamente liberador.
Al “pelar la cebolla” de tus pensamientos:
Aprendes a detectar patrones automáticos que antes pasaban desapercibidos.
Empiezas a desactivar creencias rígidas que te hacían daño.
Abres espacio para narrativas más amables, compasivas y realistas.
Cambiar una creencia no significa negar lo que viviste, sino resignificarlo desde el presente. Significa pasar de la narrativa del “esto soy y así será siempre” a una narrativa de posibilidad: “Esto aprendí, pero puedo elegir otra forma de estar conmigo y con el mundo.”
Pelar la cebolla de tus pensamientos no es fácil —a veces incluso puede hacerte llorar—, pero es un acto profundo de amor propio. Porque cada capa que reconoces y transformas, te acerca un poco más a tu autenticidad, a tu paz, a tu libertad emocional.
Puedes hacerlo acompañado/a. La terapia es un espacio seguro para explorar esas capas, cuestionar lo que ya no te sirve y construir nuevas formas de relacionarte contigo mismo/a desde la compasión y la conciencia.