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Todos deseamos sentirnos comprendidos en nuestras relaciones. Ya sea con nuestra pareja, familiares o amigos, el anhelo de ser escuchados y validados es una necesidad emocional fundamental. Sin embargo, muchas veces, sin darnos cuenta, invalidamos los sentimientos de los demás al intentar corregirlos, minimizar sus emociones o apresurarnos a dar consejos. Esto puede generar distanciamiento, frustración y conflictos en nuestras relaciones más valiosas.
En esta entrada, exploraremos cómo la validación emocional impacta nuestras relaciones y cómo podemos integrarla en nuestra vida diaria para fortalecer el vínculo con nuestros seres queridos, basado en lo que la ciencia ha demostrado sobre su poder transformador.
La validación emocional es el proceso de reconocer, comprender y aceptar los sentimientos de otra persona, sin intentar minimizarlos, ignorarlos o cambiar su experiencia emocional. Implica comunicar a la otra persona que sus emociones son comprensibles y válidas, incluso si no compartes su perspectiva o si no estás de acuerdo con sus acciones. Algunos ejemplos de frases que reflejan validación emocional son:
"Entiendo que te sientas frustrado/a después de lo que pasó."
"Tiene sentido que te sientas ansioso/a con todo lo que estás enfrentando."
La validación emocional tiene un impacto profundo en las relaciones interpersonales, ya sean con parejas, familiares o amigos, por varias razones:
Fomenta la confianza y la intimidad: Cuando validamos las emociones de otra persona, le estamos diciendo "Te escucho y lo que sientes importa". Esto fortalece el vínculo emocional y facilita que la otra persona se sienta cómoda abriéndose emocionalmente.
Reduce el conflicto: En lugar de reaccionar de forma defensiva o tratar de resolver el problema de inmediato, la validación emocional crea un espacio para que la otra persona sienta que sus emociones son aceptadas. Esto puede reducir tensiones y abrir el camino para una resolución constructiva de los conflictos.
Mejora la regulación emocional: Estudios sugieren que la validación emocional está relacionada con una mejor capacidad para regular nuestras propias emociones. Cuando una persona se siente validada, es más probable que experimente una disminución en la intensidad de emociones negativas como el enojo o la tristeza, lo que facilita una respuesta más calmada y razonada.
Favorece la empatía: Al validar las emociones de los demás, entrenamos nuestra capacidad de ver el mundo desde su perspectiva, lo que incrementa nuestra empatía y comprensión hacia sus experiencias.
La investigación ha mostrado que la validación emocional tiene múltiples beneficios para las relaciones interpersonales. Un estudio publicado en el Journal of Marital and Family Therapy sugiere que las personas que practican la validación emocional tienen relaciones más estables y satisfactorias. Además, la validación emocional también ha sido estudiada en el contexto de la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), donde se utiliza como una herramienta fundamental para mejorar la relación terapéutica y facilitar el cambio.
Investigaciones en el ámbito de la psicología del apego destacan que las personas que se sienten validadas emocionalmente por sus figuras significativas son más propensas a tener un apego seguro, lo cual está relacionado con una mayor estabilidad emocional y mejores relaciones interpersonales a lo largo de la vida.
Es fácil caer en ciertas trampas cuando intentamos validar a los demás. Aquí algunos ejemplos de lo que debemos evitar:
Minimizar o comparar: Decir cosas como "No es para tanto" o "Otros lo tienen peor" invalida los sentimientos de la otra persona.
Ofrecer soluciones antes de tiempo: A veces, las personas solo necesitan ser escuchadas y comprendidas, no que les resuelvan el problema de inmediato.
Desviar la conversación: Cambiar de tema o ignorar el comentario emocional de la otra persona puede hacer que se sienta desatendida.
La validación emocional es una habilidad que se puede aprender y mejorar con la práctica. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para que puedas integrarla en tus relaciones, ya sean de pareja, familiares o amistades:
Escucha activamente: Presta atención completa a lo que la otra persona está diciendo. Haz contacto visual y muestra interés en su experiencia sin interrumpir.
Refleja las emociones: Usa frases como "Parece que te sientes..." o "Entiendo que te estés sintiendo...". Esto muestra que estás tratando de comprender sus emociones.
Acepta las emociones, aunque no las compartas: La validación emocional no implica que estés de acuerdo con la otra persona, sino que reconoces que sus sentimientos son válidos en función de su experiencia.
Evita juzgar: No critiques ni menosprecies las emociones de la otra persona. En lugar de eso, intenta comprender por qué se siente de esa manera.
Sé paciente y empático: A veces, las personas solo necesitan tiempo para procesar lo que están sintiendo. Ser paciente y mostrar empatía es clave para que se sientan validadas.
Además de las estrategias básicas mencionadas, aquí hay algunas tácticas avanzadas que pueden enriquecer aún más la validación emocional en diversas relaciones interpersonales:
Utiliza el lenguaje corporal positivo: La forma en que te presentas físicamente puede transmitir validación. Inclinarse ligeramente hacia adelante, mantener una postura abierta y hacer gestos suaves pueden enviar señales de que estás realmente presente y comprometido con la conversación.
Practica la validación en momentos de calma: Aprovecha los momentos tranquilos para discutir la importancia de la validación emocional y cómo puede mejorar las relaciones. Esto prepara el terreno para que todos se sientan cómodos al validarse mutuamente en momentos de conflicto.
Integra la validación en la resolución de conflictos: Cuando surgen desacuerdos, intenta primero validar los sentimientos del otro antes de abordar el problema. Por ejemplo, puedes comenzar diciendo: "Entiendo que estés molesto/a por esto. Hablemos sobre cómo podemos solucionarlo juntos".
Realiza ejercicios de validación: Puedes practicar la validación emocional a través de juegos de rol. Una persona puede expresar un sentimiento o situación mientras otro practica la validación. Esto no solo mejora la comunicación, sino que también fortalece la conexión emocional.
Establece rituales de validación: Dedica un momento semanal para compartir sentimientos y experiencias de la semana. Hacer esto en un ambiente relajado puede fomentar la validación emocional y fortalecer el vínculo.
Capacitación en habilidades de comunicación: Considera asistir a talleres sobre comunicación efectiva, ya sea en pareja o con amigos y familiares. Esto no solo mejora la comunicación, sino que también les proporciona herramientas para practicar la validación emocional de manera más efectiva.
La validación emocional es una herramienta poderosa para mejorar nuestras relaciones interpersonales. Nos ayuda a conectar de manera más profunda con los demás, disminuye los conflictos y crea un ambiente de empatía y comprensión. Al practicar la validación emocional en nuestras relaciones, estamos cultivando el tipo de conexión que nos permite construir relaciones más saludables y satisfactorias con nuestras parejas, familiares y amigos.