Sanando el pasado y construyendo el futuro: Explorando el perdón en terapia de pareja.
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Sanando el pasado y construyendo el futuro: Explorando el perdón en terapia de pareja.
La vida nos presenta desafíos en forma de relaciones rotas y heridas emocionales. Enfrentar la necesidad de perdonar puede ser un viaje difícil y emocionalmente intenso, pero a través de la terapia, el perdón genuino puede abrir la puerta a la sanación y la restauración de nuestras relaciones más valiosas. Una de las principales problemáticas que llevan a las parejas a consultar son distintos tipos de ofensas que no han sido perdonadas, entiéndase como ofensas a infidelidades, faltas de respetos o cualquier tipo de actitud desleal dentro de la pareja. En este artículo, exploraremos como se puede llevar a cabo el perdón de una manera sana dentro de la pareja, qué esperar en el proceso terapéutico y cómo cada individuo puede contribuir para que este florezca de manera genuina.
Iniciemos definiendo ¿Qué es el Perdón?: El perdón es un acto poderoso de liberación. No se trata de olvidar o justificar lo que sucedió, sino de soltar el resentimiento y la ira que mantienen atrapadas nuestras emociones, pensamientos y comportamientos dentro de la relación. Perdonar implica aceptar lo que pasó, entender las motivaciones detrás de las acciones y trabajar hacia una transformación positiva.
“El perdón debe ser visto por quien lo concede como un favor autodirigido que viene a otorgar beneficios internos, no externos.” Se trata de facilitar el duelo del resentimiento, de ir quitándole capas a la rabia, intensidad a la desesperación y a el bloqueo que nos impide respirar… Para ello, es necesario que dejar de odiar a quien le hizo daño.
El resentimiento, cuando se permite crecer y arraigarse en una relación de pareja, puede tener consecuencias profundamente perjudiciales. Actuando como un veneno emocional, el resentimiento crea una brecha entre los miembros de la pareja, erosionando la comunicación, la confianza y la intimidad. A medida que el resentimiento se acumula, puede dar lugar a un ciclo de malentendidos, recriminaciones y distanciamiento emocional. Las emociones reprimidas y los sentimientos de injusticia pueden generar un ambiente de hostilidad y descontento constante. En última instancia, el resentimiento puede dificultar la resolución de conflictos, obstaculizar el crecimiento emocional y poner en peligro la conexión profunda que sostiene a una relación. Por lo tanto, abordar el resentimiento de manera constructiva y a través del perdón es esencial.
El proceso de perdón en terapia: A través de la terapia, se puede emprender un camino de sanación y reconstrucción de relaciones dañadas. Al trabajar juntos para comprender, comunicar y comprometerse, el perdón genuino puede abrir la puerta a una vida más ligera y llena de paz. Este abordaje se realiza con delicadeza y comprensión con una serie de tareas que posibilitan que este ocurra de manera genuina y saludable. Aquí hay algunas etapas clave en el proceso:
Aceptación de la realidad: Ambos miembros de la pareja deben enfrentar la situación y aceptar la realidad de lo que ha sucedido. Esto implica reconocer el daño causado y los sentimientos asociados.
Exploración de emociones: En el proceso terapéutico, se da espacio a las emociones de cada uno de los miembros de la pareja, tanto el que cometió la ofensa como el ofendido. La terapia brinda un entorno seguro para que ambas partes puedan expresar sus emociones, ya sea la ira, el dolor, la tristeza, la culpa, la decepción y/o cualquier otra emoción que podrían estar relacionada con la situación. Escuchar activamente y validar los sentimientos del otro es esencial en esta etapa.
Comprensión y empatía: Se explora el contexto detrás de la situación para entender las razones que llevaron a la transgresión, así como las emociones que surgieron a partir de esta. Esto fomenta la empatía y la comprensión de las motivaciones de cada parte.
Comunicación abierta: La terapia promueve una comunicación asertiva, abierta y honesta sobre lo que sucedió. La persona que cometió la transgresión debe estar dispuesta a explicar sus acciones, mientras que la otra parte debe estar dispuesta a escuchar y hacer preguntas si es necesario para comprender mejor. El diálogo permite que ambas partes pueden expresar sus sentimientos y pensamientos sin temor a juicios.
Arrepentimiento y responsabilidad: La persona que cometió la transgresión debe asumir la responsabilidad de sus acciones y mostrar arrepentimiento genuino. Esto puede incluir disculparse de manera sincera y comprometerse a cambiar su comportamiento por medio de la promesa de no repetición. Así se construye la base para el proceso de perdón.
Definir los términos del perdón: La pareja debe tener una conversación franca sobre lo que el perdón significa para cada uno de ellos. En terapia exploraremos ¿Qué implica perdonar? ¿Cuáles son los límites y expectativas para el futuro? Establecer estas pautas puede ayudar a evitar malentendidos.
Tiempo para sanar: El perdón no ocurre de la noche a la mañana y el proceso terapéutico tampoco. Ambas partes deben estar dispuestas a dar tiempo para sanar y procesar sus emociones. Entender que perdonar no es un proceso lineal, tampoco hay un plazo fijo para el perdón; varía según cada pareja y la situación.
Construcción de confianza: A medida que se trabaja en la relación, se establecen medidas para reconstruir la confianza. La transparencia y el compromiso juegan un papel fundamental en este paso.
La reparación: El sistema de reparación es una parte crucial en el proceso de trabajar el perdón en terapia de pareja. Implica que la persona que cometió la transgresión tome medidas concretas para reparar el daño causado y demostrar su compromiso en la reconstrucción de la confianza. Esto puede ser un acto simbólico que represente ese compromiso al cambio por medio de un gesto significativo que le recuerde al miembro ofendido su intención de reparación.
Tu contribución en el proceso del perdón genuino: El perdón es un proceso colaborativo. Aquí hay algunas acciones que puedes tomar para contribuir a un perdón genuino:
1. Compromiso con la reconstrucción: Ambos miembros de la pareja deben estar comprometidos con la reconstrucción de la confianza y la mejora de la relación. Esto podría implicar ser constantes en el proceso terapéutico, realizar los compromisos, aprender nuevas habilidades de comunicación y trabajar en los problemas subyacentes.
Apertura a la Sanación: Estar dispuesto a enfrentar tus emociones y trabajar en la sanación. La disposición para perdonar o pedir perdón genuinamente puede traer paz interior.
Comunicación Honesta: Expresar tus sentimientos y preocupaciones de manera sincera, y estar dispuesto a escuchar a la otra parte.
Empatía y Comprensión: Intentar entender las razones detrás de las acciones de la otra persona y cultivar la empatía hacia sus experiencias y perspectivas.
Renovación del Compromiso: Comprometerte a reconstruir la relación, establecer límites saludables y trabajar en la comunicación y la conexión emocional.
Tiempo y Paciencia: Comprender que el perdón es un proceso que lleva tiempo. No te apresures y permítete sanar a tu propio ritmo.
En el camino hacia el perdón en una relación de pareja, se abre la puerta hacia la curación y la transformación. Reconocer las emociones, enfrentar la realidad de la transgresión y comprometerse a un proceso terapéutico son pasos esenciales en este viaje. El perdón genuino no es una exención de responsabilidad ni una acción superficial; es un acto de liberación que implica aceptar el pasado, comprender el presente y construir un futuro juntos. La terapia ofrece un espacio seguro para explorar las heridas emocionales, aprender a comunicarse de manera efectiva y trabajar en la construcción de confianza. Al adoptar la empatía, la apertura y el compromiso con la sanación, las parejas pueden descubrir que el perdón no solo restablece la conexión entre ellos, sino que también los empodera para crecer como individuos y fortalecer su relación en formas significativas y duraderas.